La rehabilitación alcanza tanto a la sede bancaria
como a las viviendas existentes, e incorpora nuevos
volúmenes que agotan la edificabilidad. Respeta
todos los elementos de valor histórico-artístico,
incluido el emblemático torreón que corona la
fachada, y busca un lenguaje que concilie historia
y tecnología.
La propuesta asigna uso residencial a la parte
principal del inmueble, donde la falta de condiciones
de accesibilidad y habitabilidad ha determinado
el proceso constructivo. Por su parte, el carácter
institucional de la entidad financiera obliga a
la resolución de las plantas destinadas a oficinas
con un alto grado de representatividad, de manera
que éstas se abren como bandejas a un espacio
central que es el patio de operaciones principal.
Si bien el edificio orienta su identidad simbólica
hacia la avenida de España, la intervención ambiciona
regenerar el espacio urbano, degradado en
el área posterior. Para ello retranquea la edificación
y permite la aparición de una nueva plazoleta
de uso público.