La Alcazaba de Badajoz es uno de los recintos islámicos más importantes de Europa. Sometida a lo largo de la historia a continuas transformaciones y ocupaciones, esta fortaleza está asentada en las cotas más altas del cerro de la Muela, en un emplazamiento estratégico que domina el valle del río Guadiana. Tras largos años de abandono, el proyecto ambiciona incorporarla a la vida urbana de Badajoz convirtiéndola en un gran complejo público, donde sus espacios y edificaciones históricas adquieran la relevancia merecida. Realizada en tres fases, las intervenciones recientes han revelado valiosos datos para la reconstrucción de la estructura urbana y social de la ciudad original. El visitante puede ahora recorrer enteramente el adarve por el interior de la muralla, desde donde se observan restos de dependencias, edificaciones o jardines, que han ido saliendo a la luz, incluyendo un importante yacimiento que desvela la infraestructura hidráulica en el área palaciega.