La rehabilitación de este ejemplo de arquitectura preindustrial
tiene su punto de partida en la recuperación de
los espacios donde durante años se realizaron las tareas
de obtención de aceite por métodos de prensado tradicionales,
junto con el desarrollo de un programa turístico de
apoyo y un alojamiento hotelero. Las propuestas
arquitectónicas se han tenido que adaptar a numerosos
problemas, desde la recuperación de las soluciones de la
arquitectura popular, al diseño de nuevos edificios concebidos
de modo contemporáneo.
El albergue se encuentra en el frente este de la parcela,
apoyándose en el muro que cierra los espacios domésticos
y ocupando las estancias que aquí se ubicaban. Se trata
de un cuerpo de planta rectangular que ofrece su fachada
hacia un jardín de carácter mas privado. El programa se
organiza en franjas longitudinales: un corredor exterior
semicubierto, unos aseos exteriores, cuatro habitaciones
con aseo y una zona de porche. Por su parte, el restaurante
está delimitado por muros de nueva ejecución, levantados
sobre las trazas de antiguos cerramientos del cortijo
señorial, y cerrados en la tapia trasera por un muro de
tapial que se consolida para configurar una nave diáfana