Arquitecto y Dirección de Obra:
Roberto Rubiolo Pardo
De las siete puertas con que contaba originalmente la muralla de Plasencia, la de Coria daba acceso desde el arrabal de occidente a la primera judería de la ciudad. Esta estructura sufrió numerosas alteraciones durante su historia: su ampliación a mediados del XVI, la pérdida del torreón que la defendía, su cegado y posterior reapertura a mediados del siglo XIX… Junto a ella, en el espacio que ocupaban tres viejas viviendas de titularidad municipal, se crea una sencilla plazuela pavimentada con adoquines y losas de granito. Como contrapunto, y renunciando a una reconstrucción ‘fidedigna’ por ausencia de elementos originales, el tramo murario desaparecido se sustituye con un entramado metálico formado por perfiles verticales oxidados. El interior de la estructura (cuya altura y anchura vienen heredadas de las dimensiones de la propia puerta) es transitable y hace las funciones de acceso peatonal alternativo, creando un juego de sombras entre ciudadano y monumento.