Con el objetivo principal de dar cabida a público y
periodistas en las sesiones parlamentarias, se
construyó junto al Hospital de la Piedad (conjunto
histórico fundado en el siglo XVI que albergaba la
anterior sede de la Asamblea) un edificio para acoger
el nuevo hemiciclo. Una caja estructural de hormigón
apoyada en sus esquinas condiciona la ordenación
interna del edificio, que se vertebra en torno a un patio.
En contraste con la opacidad de los planos que delimitan
este vacío, su rotunda envolvente exterior se va
tallando para permitir la entrada de luz, respondiendo
tanto al contexto urbano como a su organización funcional,
y manteniendo así su carácter representativo.
El volumen de piedra natural se eleva del plano del
suelo (donde se han musealizado los pocos restos
romanos de interés que se descubrieron durante su
construcción) resolviendo la transición entre la monumentalidad
del hospital y la diversidad y fragmentación
de los edificios adyacentes, para integrarse a través
del diálogo de los materiales en este desvirtuado
entorno urbano.