Este comedor se sitúa dentro de un recinto destinado
a la educación infantil y primaria. Las dos
piezas existentes condicionan en gran medida el
emplazamiento de esta construcción. La edificación
se plantea como un contenedor elevado del suelo,
al que se accede mediante una rampa hasta un
pequeño atrio. Su geometría cúbica favorece su
carácter de elemento móvil, de 'edificio mueble' y
permite adoptar un sistema estructural y constructivo
ligero y modular. Así se dispone una estructura
metálica en el interior, mientras que la piel exterior
se resuelve con placas de hormigón pretensado que
siguen un módulo en vertical.
El pabellón ordena distintos espacios en relación
con las medianeras existentes: un acceso de servicio
para carga y descarga de vehículos junto a la entrada
principal de cocina, un patio de servicio e instalaciones
situado en el acceso trasero al edificio y un
patio de vistas directas desde el comedor. Finalmente,
un ciprés, símbolo de hospitalidad, acompaña a
la edificación.